Ir a la receta en gallego
Hace unos días, comiendo bacalao en Leboreiro en la Serra da Peneda, me vino a la cabeza una receta que viera ya hace algún tiempo en una revista y que en su momento, me pareció que tenía una combinación de sabores que podrían ser interesantes. Creo recordar que había varias recetas de bacalao y que estaba patrocinado por Mar de Noruega.
Pues bien, con esta receta, un poco mas elaborada que las pocas que hice en el verano, quiero dar por abierto este nuevo período después de las vacaciones.
Entonces si queréis hacer este plato, tendréis que tener:
600 grs de bacalao desalado
3 patatas
2 dientes de ajo
Pimientos del Piquillo
Mahonesa
Azúcar
Sal, pimienta y aceite de oliva
Ponemos a cocer las patatas con piel y cuando estén, las pasamos por agua fría para detener la cocción. La pelamos y cortamos e cuadrados pequeños. Reservamos
Los dos dientes de ajo los ponemos (con piel) en un cazo pequeño, con aceite, a fuego muy lento, hasta que comiencen a dorarse, momento en el que los retiraremos, dejaremos enfriar y machacaremos en un mortero. Reservamos.
En una cazuela con aceite, también a fuego lento, ponemos los piquillos con un suspiro de vinagre, con el líquido de conservación y una cuchara pequeña de azúcar. Dejamos que se confiten muy lento, unos 5 ó 7 minutos, dándole a la cazuela unos movimientos de vaivén de vez en cuando. Reservamos.
En otra cazuela, y con el aceite de hacer los ajos y también a fuego lento hacemos el bacalao, que echaremos con la piel para abajo y que deberá quedar cubierto por el aceite. Dejamos que se cueza lentamente en ese aceite unos 8 ó 10minutos. Retiramos y dejamos que atempere en la propia cazuela.
Deshacemos en lascas y reservamos.
Las patatas que teníamos reservadas, les damos un ligero salteado en una sartén con un poco de aceite.
Mientras mezclamos la mahonesa con los ajos machacados (si no os gusta el ajo podemos prescindir) y abrimos los pimientos para retirarle las posibles semillas que traigan.
Llega el momento de emplatar, en una fuente que pueda ir al horno, colocamos unos aros cortapastas y en el fondo pondremos unas patatas, por encima colocaremos los pimientos y por encima de estos las lascas de bacalao. Cubriremos con la mahonesa y pondremos en el horno a gratinar. Cuando la mahonesa coja el color del pan, es el momento de retirar del forno (que no os pase como a mi que me despisté y ya veis el resultado en la foto. Pero estaba bueno, estaba algo tostado pero no quemado).
Retiramos los aros e a la mesa con este plato lleno de sabores, en el que el aceite juega un papel muy principal, por eso es fundamental usar un buen aceite. No no va a enmascarar los sabores y si los va a potenciar.
Bienvenidos a tod@s los que os incorporáis después de las vacaciones.
Nota: Como me interesan vuestros comentarios y me gustaría responder directamente, os agradecería que los comentarios o consultas las hagáis por uno de estos dos caminos:
Por correo: olivarela@hotmail.es
Por Facebock: http://www.facebook.com/boproveito
Hace unos días, comiendo bacalao en Leboreiro en la Serra da Peneda, me vino a la cabeza una receta que viera ya hace algún tiempo en una revista y que en su momento, me pareció que tenía una combinación de sabores que podrían ser interesantes. Creo recordar que había varias recetas de bacalao y que estaba patrocinado por Mar de Noruega.
Pues bien, con esta receta, un poco mas elaborada que las pocas que hice en el verano, quiero dar por abierto este nuevo período después de las vacaciones.
Entonces si queréis hacer este plato, tendréis que tener:
600 grs de bacalao desalado
3 patatas
2 dientes de ajo
Pimientos del Piquillo
Mahonesa
Azúcar
Sal, pimienta y aceite de oliva
Ponemos a cocer las patatas con piel y cuando estén, las pasamos por agua fría para detener la cocción. La pelamos y cortamos e cuadrados pequeños. Reservamos
Los dos dientes de ajo los ponemos (con piel) en un cazo pequeño, con aceite, a fuego muy lento, hasta que comiencen a dorarse, momento en el que los retiraremos, dejaremos enfriar y machacaremos en un mortero. Reservamos.
En una cazuela con aceite, también a fuego lento, ponemos los piquillos con un suspiro de vinagre, con el líquido de conservación y una cuchara pequeña de azúcar. Dejamos que se confiten muy lento, unos 5 ó 7 minutos, dándole a la cazuela unos movimientos de vaivén de vez en cuando. Reservamos.
En otra cazuela, y con el aceite de hacer los ajos y también a fuego lento hacemos el bacalao, que echaremos con la piel para abajo y que deberá quedar cubierto por el aceite. Dejamos que se cueza lentamente en ese aceite unos 8 ó 10minutos. Retiramos y dejamos que atempere en la propia cazuela.
Deshacemos en lascas y reservamos.
Las patatas que teníamos reservadas, les damos un ligero salteado en una sartén con un poco de aceite.
Mientras mezclamos la mahonesa con los ajos machacados (si no os gusta el ajo podemos prescindir) y abrimos los pimientos para retirarle las posibles semillas que traigan.
Llega el momento de emplatar, en una fuente que pueda ir al horno, colocamos unos aros cortapastas y en el fondo pondremos unas patatas, por encima colocaremos los pimientos y por encima de estos las lascas de bacalao. Cubriremos con la mahonesa y pondremos en el horno a gratinar. Cuando la mahonesa coja el color del pan, es el momento de retirar del forno (que no os pase como a mi que me despisté y ya veis el resultado en la foto. Pero estaba bueno, estaba algo tostado pero no quemado).
Retiramos los aros e a la mesa con este plato lleno de sabores, en el que el aceite juega un papel muy principal, por eso es fundamental usar un buen aceite. No no va a enmascarar los sabores y si los va a potenciar.
Bienvenidos a tod@s los que os incorporáis después de las vacaciones.
Nota: Como me interesan vuestros comentarios y me gustaría responder directamente, os agradecería que los comentarios o consultas las hagáis por uno de estos dos caminos:
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